F.S.M.
De entre todas las revueltas que están conmocionando al mundo de manera sobrecogedora en el norte de África y en Oriente Próximo, la que más está afectando al mundo occidental, y sobremanera a Europa, es la de Libia. La crudeza de los enfrentamientos entre revolucionarios y partidarios del antiguo régimen, y la manera de tratar el levantamiento popular por parte de su despótico presidente, Muamar el Gadafi, han suscitado entre los países consumidores de petróleo un fuerte recelo.
Las primeras consecuencias se han dejado sentir en el precio del barril de Brent, que desde que empezó la inestabilidad en la zona ha sufrido un alza de cerca de un 25 por ciento, alcanzando cotas próximas a los 120 dólares, es decir, niveles de precios que no se veían desde hace 30 meses. Esto ha provocado que el nerviosismo haya empezado ha cundir entre los inversores.
Y ante tal escenario las consecuencias en los bolsillos de los consumidores se han dejado sentir. El primer y principal afectado, como era de esperar, será el usuario de gasóleo y gasolina. Y es que, ya se sabe, en río revuelto... las gasolineras incrementan sus precios de manera inmediata. Esta vez el alza ha llevado el precio del combustible hasta los 1,284 en España, un máximo histórico. Y el panorama no es nada halagüeño, ya que los expertos consideran que si las revueltas siguen su curso y se extiende hacia Arabia Saudí el precio del barril de Brent podría alcanzar los 200 dólares.
Pese a todas estas circunstancias que rodean a las petroleras, sus beneficios anuales no parecen resentirse. Prueba de ello es la compañía Repsol, que lejos de obtener pérdidas durante el año 2010, triplicó su beneficio con respecto al año anterior gracias a la entrada en el capital de su filial brasileña de la china Sinopec.
Se suele decir que las tensiones geopolíticas, la obsolescencia de las refinerías y el coste de sacar petróleo cada vez más profundo provocan el alza del precio del petróleo, pero la pregunta que surge en la actualidad es: ¿qué parte de culpa tienen los especuladores?
Poseen una responsabilidad excelsa, ya que aunque se diga que el papel de los especuladores ha ido ligado siempre a la cotización del petróleo, desde que el dólar fue depreciado, la inversión en tiempos de crisis se centró más en las materias primas, quedando el barril de petróleo como principal objetivo de brokers, gestores de fondos...
La única esperanza de los consumidores de gasolina es que se produzca un desplome del precio similar al de 2008.
1 comentarios:
¿Qué pasaría si el precio del petróleo volviese a desmoronarse como en 2008? ¿Sería positiva la deflación? Hay que tener en cuenta que podría afectar gravemente al PIB de Europa. Si la mejoría es leve, ¿Hasta qué punto podría ayudar una caída grande de los precios del oro negro?
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