José María Ruiz Mateos, no hace falta decir nada más

Desde que en 1983 el Gobierno de Felipe González le expropiara su empresa, el nombre de José María Ruiz Mateos podría estar recogido en el diccionario de la Real Academia Española como sinónimo de polémica. El empresario español salta de nuevo a la palestra informativa por su conglomerado empresarial. Diez de las compañías del holding que preside se han visto obligadas a dar el paso previo al concurso de acreedores: Clesa, Rayo Vallecano, Hotasa, Dhul, Garvey, Trapa, Hibramer, Carcesa, Quesería Menorquina y Elgorriaga.

Parece que los impagos a bancos, proveedores y Seguridad Social, acabarán con el nuevo juguete del empresario español si este no consigue, en los cuatro meses que le otorga la Ley Concursal, negociar con los acreedores un plan de pagos.

Y, como no podía ser de otra forma, otra vez ha vuelto a declararse victima de una persecución, esta vez orquestada por los bancos y la prensa.

Tras confirmarse que la deuda del grupo asciende a los 700 millones de euros, Ruiz Mateos ha negado rotundamente dejar a los 5.000 inversores que han comprado pagarés o acciones del holding por valor de cerca de 100 millones en un brete.

Y lo ha hecho fiel a su estilo. En una multitudinaria rueda de prensa que ha dado en su propia casa y con su particular manera de expresarse, es decir, logrando que los medios de comunicación se centren más en sus expresiones que en la gravedad del asunto.

Pese a la delicada situación de Nueva Rumasa, su propietario ha intentado tranquilizar a todos los posibles frentes que se pudieran sublevar contra su persona. Por un lado ha tratado de calmar los ánimos entre los 10.000 trabajadores pertenecientes al holding, diciendo que el despido no es ninguna opción. Por otro ha intentado calmar a los inversores recordando el valor de sus empresas: 6000 millones de euros.

La CNMV ya advirtió de forma reiterada que las emisiones de pagares que realizó el grupo en su momento estaban fuera de su ámbito de actuación y que los inversores deberían informarse sobre su rentabilidad antes de suscribirlas.