Las tensiones inflacionistas que vive Europa están creando un marco que comienza a preocupar al Banco Central Europeo (BCE). Debido a la inestabilidad social y política de los países de Oriente Próximo y del norte de África el precio del barril de Brent se ha disparado y amenaza con expandir la tendencia alcista de los precios de otros productos y de la energía.
La inestabilidad que vive Libia, el octavo productor de petróleo de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con 1,6 millones de barriles al día, es la principal causa de que el precio del Brent haya superado hoy los 105 dólares y se sitúe en su tasa más alta en dos años y medio. Desde finales de enero, el precio del Brent ha aumentado en torno al 9%.
Además, el riesgo de contagio de las protestas a otros países de la zona es elevado, lo que podría encarecer mucho más el precio del crudo. Los ojos se centran ahora en Arabia Saudí, el mayor productor de petróleo del mundo con 8 millones de barriles bombeados cada día.
Subidas en otros campos
La apreciación del crudo contribuye a aumentar la tensión inflacionista que vive la Unión Europea. De este modo, la encuesta del PMI sobre los precios del sector manufacturero y de los servicios recoge la subida de los precios tanto de los costes de producción como de las ventas. Tal es así que el índice muestra el mayor porcentaje del alza de los precios cobrados por los productos y servicios de la historia del estudio.
Tampoco se libra de las presiones inflacionistas el cereal, que mantiene su escalada y que está provocando graves perjuicios a los ganaderos debido al encarecimiento de los piensos. Ante esta situación, la UE decidió la semana pasada suprimir el arancel a las importaciones de cebada para pienso y trigo, hasta un cupo total de 3,3 millones de toneladas. Con esta medida, puesta en marcha esta semana y que seguirá vigente hasta junio, se pretende rebajar las “tensiones” en el mercado europeo de cereales y que afecta gravemente a los ganaderos, apuntó el comisario europeo de agricultura, Dacia Ciolos.
Esta tendencia alcista de los precios preocupa cada vez más al Banco Central Europeo (BCE), cuya principal misión es controlar la inflación. Por este motivo, desde la entidad que preside Jean Claude Trichet parecen cada vez más convencidos que la solución será la de subir los tipos de interés.
Así lo ha advertido hoy el miembro italiano del consejo directivo del BCE, Lorenzo Bini Smaghi, quien considera que “la presión sobre los precios agrícolas podría no ser un fenómeno temporal, sino permanente, y podría pasar lo mismo con la energía”.
El propio presidente del BCE ya avisó en enero de una posible revisión de los tipos de interés de la Zona euro en los próximos meses, debido a las presiones inflacionistas a corto plazo. Trichet abrió la puerta a una posible subida de los tipos incluso antes de retirar las medidas extraordinarias contra la crisis y la congelación del crédito. Los analistas de Barclays y Nomura consideran que las nuevas medidas monetarias podrían aplicarse a partir de septiembre.
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