F.S.M.
Las revueltas en el Magreb y en Oriente Próximo han causando una vasta sensación de amargura en el mundo occidental. El ingente número de muertes y la crueldad de las imágenes de represión contra personas inocentes que sólo reclaman una mayor libertad encogen el alma a cualquiera. Pero, además de las consecuencias socio-políticas de estos litigios, existen otras secuelas de carácter económico que deben ser mencionadas.
Cabe destacar en primer lugar, la imparable subida que está protagonizando el precio del crudo desde que las escenas de tensión en estos países fueron aumentando. No en vano, Libia es el noveno productor de petróleo de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) con 1,47 millones de barriles fabricados al día.
Con las agitaciones vividas en las últimas jornadas, el precio del Barril de Brent ha alcanzado los 108,57 dólares, lo que supone un máximo desde septiembre de 2008. Libia exporta el 79 por ciento de su petróleo a países europeos. En este sentido, España se ve especialmente afectada, ya que el 13 por ciento del combustible que importa nuestro país proviene del país dirigido por Muamar Gadafi.
En segundo lugar hay que hacer especial hincapié en las nefastas jornadas que están viviendo las bolsas del Viejo Continente a raíz de los tumultos en los países árabes y de sus consecuencias en el precio del crudo. Aquí en España, el Ibex se dejó ayer 2,33 puntos porcentuales (la mayor caída desde que empezara el año) y hoy el batacazo ha sido del uno por ciento.
Aunque también hay indicios que nos ayudan a ser optimistas. Por ejemplo, pese a que la actividad de Repsol se está viendo afectada de forma directa por lo acaecido (recientemente ha suspendido su actividad en el país donde Gadafi detenta el poder) su cotización en bolsa no se está viendo afectada en la misma proporción, ya que los inversores han sabido reconocer la viabilidad de la empresa española.
El tercer ámbito económico que se ha visto afectado ha sido la tasa de inflación. Según UBS, una subida de 10 dólares en el barril de petróleo produce un aumento de 0,2 puntos en la tasa del primer año y de 0,1 en la del segundo. Es decir, unas consecuencias devastadoras, y más para las economías de países que, como España, están bajo el punto de mira de los mercados.
Pero no todo iba a ser negativo para nuestro país y sus intereses. Y es que, según el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el número de personas que visita nuestros dominios se está viendo incrementado debido a la crisis en el mundo islámico.
Con algo tendremos que conformarnos.
3 comentarios:
Y si Marruecos se une a la Revolución de los jazmines, ¿tendremos problemas con el suministro de gas en el caso de que el Gobierno español critique la más que probable represión de Mohamed VI?
Zapatero no critica ni a los "aliados no estratégicos", asique mucho menos hará con los que si lo son.
Aunque no suela criticar, hacerse el sueco ante una masacre sería su tumba política.
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