- Los intereses de su deuda se acercan al 13%
J.G.J.
La situación de Grecia parece cada día más insostenible. Después de la intervención de la Unión Europea, hace casi un año, el país heleno vuelve a estar en el punto de mira de los mercados y de los especuladores. Diez meses después de la intervención por parte de la Unión Europea, parece que algo se ha hecho mal, porque los indicadores no mejoran.
Atenas vive los días sumido en huelgas, protestas y manifestaciones de una sociedad que está pagando los platos que otros se encargaron de pisotear. Mientras que desde Bruselas se promete que no se dejará caer a ningún país europeo, lo cierto es que ésta es la mayor amenaza que puede hacer el binomio Merkel – Sarkozy. Las altas restricciones económicas que imponen junto con el rescate y los altos intereses a pagar parecen, más que una solución a corto plazo, una tumba a largo.
La sociedad helena está enfurecida por tener que solucionar, con sus salarios y sus impuestos, la grave deuda que otros trajeron. Parece difícil que un país recupere su actividad económica mientras vive sumido en recortes. Precisamente, la economía de mercado en la que se sustenta el modelo actual, se basa en el consumo y en la confianza de la sociedad. Según los cálculos del ejecutivo, su Producto Interior Bruto (PIB) se reducirá a lo largo de este año en torno a un 3% debido al recorte del gasto público y a la subida de impuestos.
Grecia sigue sin levantar cabeza y Moody's se ha dado cuenta, por eso, el lunes rebajó la calificación de su deuda de Ba1 hasta B1 con una perspectiva negativa. Según la agencia de calificación, el objetivo de reducir el déficit para 2013 hasta el 3% es muy ambicioso y es probable que no se logre, lo que provocará una reestructuración de la deuda (pedir nuevos créditos para hacer frente a los vencimientos de la deuda actual). Sin embargo, el primer ministro griego, George Papandreou mantiene la esperanza y avisó que su ejecutivo reducirá el déficit del país hasta el 3% en 2013 y hasta el 1% en 2015. Al cierre del año 2010, el déficit heleno ascendía hasta el 9,4%.
Por su parte, los mercados no dejan de acosar a la deuda helena que ya paga más intereses por su deuda que antes de su intervención. Durante la jornada de hoy, la rentabilidad del bono griego a diez años ascendió hasta el 12,942%, aunque finalmente relajó su presión. Este es el porcentaje más elevado desde la entrada del país heleno en la UE. Además, según los expertos, la franja de riesgo para un estado está en torno al 7% de intereses. Grecia está cerca de doblar este porcentaje.
Esta situación repercute negativamente sobre la estabilidad de la economía de los países periféricos de la Eurozona. Los intereses que paga Irlanda, Portugal y España por colocar sus bonos está en plena ascensión, empujados por el alza del precio del crudo y el aviso del Banco Central Europeo de una subida de los tipos de interés en los próximos meses.
Las revueltas en el mundo árabe han azotado con mucha fuerza a la economía de los países periféricos que, si bien durante los primeros días de febrero redujeron la tensión de su deuda, la inflación provocada por el precio del crudo ha disparado nuevamente los intereses.
En el caso de Portugal, los intereses de su deuda se sitúan en torno al 7,5% y los tambores de una nueva intervención vuelven a retumbar en Bruselas. Sin embargo, el binomio Alemania – Francia debería revisar su estrategia de cara a futuros rescates, pues, hasta la fecha, parece que no han dado con la tecla.
2 comentarios:
esque, si no se ponen serios, les damos el dinero para que sigan derrochándolo...
esque, si no se ponen serios, les damos el dinero para que sigan derrochándolo...
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