J.G.J.
El 26 de junio de 2009, el gobierno aprobó un Real Decreto - Ley para la creación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Lo que pretendía el gobierno con esta medida era crear un fondo que asegurase la correcta reestructruración del sector financiero español.
Dotado con 9.000 millones de euros, el FROB ha contribuido a realizar 7 de los 12 procesos de integración iniciados hasta el momento y que afecta a 39 de las 45 cajas de ahorros españolas.
Considera el Banco de España que el sector bancario había experimentado un gran crecimiento a través del cual se había situado en "niveles extraordinariamente elevados". La llegada de la crisis ha provocado un ajuste del negocio el cual hace necesario un redimensionamiento del entramado financiero. Tanto la morosidad como el endurecimiento en las condiciones de financiación por el aumento de la inestabilidad y la desconfianza, han golpeado muy fuerte a las pequeñas cajas españolas. Durante un largo tiempo el grifo del crédito corría a espuertas por el país y las hipotecas se concedían sin más aval que el del piso a comprar. La llegada de la crisis financiera ha provocado que muchos particulares y empresas no pudiesen pagar sus deudas con nuevos créditos y por tanto se vieron obligados a convertirse en morosos.
Ante esta situación, el Banco de España consideró necesaria una reestructuración de las cajas españolas, para lo cual creó el FROB. Considera que una reestructuración del sistema bancario español “está motivada por la necesidad de construir entidades o grupos sólidos y eficientes con capacidad para competir en un mercado cada vez más exigente”. El Fondo no sólo participará en los procesos de integración de las cajas, sino que está igualmente disponible para solventar problemas de insolvencia de las mismas.
Actualmente el FROB ha contribuido con sus ayudas a ejecutar siete de los doce procesos de integración de cajas actualmente en desarrollo. De estos, el más caro y costoso para el Fondo ha sido la fusión de las cajas de Madrid, Bancaja, Banco de Valencia, Caja Laietana, Caja Insular de Canarias, Caja de Ávila, Caja Segovia y Caja de la Rioja. En esta integración el FROB ha empleado 4.464 millones de euros, lo que supone casi la mitad de sus fondos totales. Este proceso dará lugar a una entidad con unos activos valorados en 768.254 millones de euros.
La integración de cajas conllevará un redimensionamiento de las mismas, que consistirá en cerrar ciertas sucursales. El Banco de España considera que el numero de sucursales disminuirá entre un 10 y un 30%, lo cual dará lugar a una reducción de plantillas que calculan que será entre el 11 y el 27%.
Pero el Banco de España no quiere que las entidades vuelvan por sus pasos y avisa la llegada de “un nuevo contexto en el que las cajas van a tener que hacer frente a unos requerimientos de capital mucho más exigentes como consecuencia de los cambios en la regulación global”.
La situación de los bancos
El informe del Banco de España también hace una pequeña referencia al panorama bancario español. El BdE es ligeramente optimista en cuanto a su viabilidad, ya que afirman “contar con una información amplia y detallada sobre la situación de las entidades españolas, obtenida en el ejercicio de su función supervisora”. Para asegurar que su confianza se trasmite a los inversores, el BdE ha decidido seguir la pauta marcada por la Unión Europea: publicar las pruebas de estrés. Esta medida consiste en hacer públicas distintos estudios que analicen la solvencia de las entidades financieras. Se pretende con esta medida acabar con la rumorología y la especulación en torno al sistema bancario.
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